martes, junio 19, 2007

Hablando con perros (II)


Lo habia dejado en Kadur y Tosca... Justo es pues seguir en sus hijos. Realmente, no habiamos pensado tener cachorros de Boxer, pero, una puerta de madera comida por el perro, y la coincidencia de una salida nuestra al mismo tiempo, influyeron en ello. Tosca estaba en celo, y teniamos que irnos, asi que encerramos a Kadur en la cocina. Pensabamos que una puerta de pino gallego de planchas de madera seria suficiente....

Pero no contabamos con el instinto de supervivencia, sobre todo de Kadur. Yo todavia no se como logró romperla, con patas y colmillos como unicos aliados. Y tampoco se como logró echar abajo la segunda puerta que habiamos puesto atravesada en el pasillo. Eso si... la cara de mis padres parecia un poema cuando abrieron la puerta de la casa y se encontraron a los dos juntos.


Recuerdo que mi padre soltó un... "Normal, es un machote de esta familia". Todavia sonrio al recordarlo.

Y fue asi como, varios meses despues, nació la camada de Tosca. 11 hermosos cachorros de Boxer, de los que sobrevivieron 10. Yo vi el parto, y vi como, para darle vida, los Boxer chupaban con fuerza a los cachorros. Sobre todo al que nació muerto. Vida y muerte en un solo momento. Algo muy hermoso de ver.

Y allí estaba Chinita. Si algo se puede decir de ella, es que fue una perra luchadora. Nacio luchando, vivio luchando y al final, vivió hasta que las Parcas decidieron cambiar de idea.

Su nacimiento fue problemático. Tosca, estaba muy agotada tras 10 partos, y Chinita tuvo problemas en el canal. Llegó un momento, en el que pensabamos que no sobreviviria. Hasta que salió. Mi padre, me hizo oir su corazón. Era una fuerza de la naturaleza, encarnada en un perro. Queria vivir. Y aunque el resto de sus hermanos se habian bebido el calostro, aunque estaba menos formada que ellos, para mi fue la que mas ganas de vida tenia.

Irónicamente, el que estuviera menos formada, hizo que nos la quedaramos. A sus hermanos, los cedimos con mas o menos fortuna, pero ella se quedó.

Ella y yo, nos tumbabamos en el suelo de la sala, juntos, y nos dormiamos asi, para rabia de mi madre. Hasta llegó a poner una especie de cojín para que no estuvieramos todo el dia en el suelo.

Era impresionante, ver a los tres boxer por la calle. En mi viejo barrio, eramos la comidilla de todos por eso.

Y el tiempo pasó. Primero, nos quedamos sin Tosca, y luego sin Kadur, que falleció en los brazos de mi padre. Chinita, seguia con nosotros, y creo que me consideraba su hijo en cierta forma.

Claro que, tambien lo hizo con Goiz. Alguna vez, os he enseñado fotos de Bimba. Pues Goiz, temprano en euskera, era igual.

De vuelta a casa de una de sus visitas, mi padre paseaba por el rio Urumea, por el paseo de Francia, cuando vio a Goiz en brazos de una mujer. Era un cachorro de apenas dias, que no habia abierto los ojos. Y, cosa rara en mi padre, se paró a hacerle una caricia.

- "Lo quiere"?. Es que si no lo voy a tirar al rio. Mi marido no me deja tenerlo en casa". Dijo la mujer.

- "Esta bien... a ver si lo conseguimos colocar", respondió mi padre. Si si, colocar. 14 años colocado en nuestra casa.

Recuerdo que era un sábado, y que mi padre me despertó... o mejor, que Goiz me despertó apoyando su morro contra mi cara. Y, cosas de la vida. Oí a mis padres hablar sobre su destino.

Tenia apenas dias, y no sabia comer. Así que, mi madre, le puso mi antiguo babero, y le dio papillas. Recuerdo que le daba de beber con una jeringa.

Una de las cosas que temiamos, era la reaccion de Chinita. Podria haberse sentido desplazada.

Pues no... adoptó a Goiz como suyo. A veces, veo fotos de ella con Goiz en su regazo, y me pongo a llorar, por tantas cosas, tantos momentos....

Chinita fue una luchadora, pero Goiz era un valiente. Daba igual el tamaño, daba igual quien le amenazara. El seguia adelante. Parecia el lema encarnado en perro de mi familia... "adelante los Mier por mas valer...". O eso pensó mi padre.

Chinita... tenia en sus ultimos momentos cancer. Es algo común en los Boxer. Son una raza relativamente reciente, unos 100 años, y su extructura no está muy cohesionada.

Decidimos que, de morir, tendria que hacerlo en casa, con su familia a su lado. Igual alguno se escandaliza por considerar a un perro como parte de la familia. Pues me da igual. Es lo que siento.

Su final, fue acorde a su vida. Como todas la noches, le dimos una despedida. Recuerdo que mi madre, le dijo: "Tranquila Bonita... mañana vendré a verte". La perra se quedó mas tranquila, descansando.

Al dia siguiente, lo primero que hicimos, fue ir a verla. Mi madre le dijo "Hola bonita... te lo prometí, y aqui estamos". Dicho esto, Chinita nos miró, y, creo que puso cara de felicidad, y falleció. Estoy seguro de que nos esperó toda la noche para despedirse de nosotros. Luchadora hasta el final.


Nos quedaba Goiz... Pero esa es una historia para una tercera parte. Luego os la explicare.

Un saludo de Edem.

jueves, junio 07, 2007

Hablando con Perros


Es curioso, la relacion que se puede tener con los animales. Quizás el que nunca ha tenido alguno no entienda esa relacion, pero es algo casi mágico. Un amor pleno, sin buscar correspondencia. Son todo lo que son, y te lo dan. Y todo porque?. Por un plato de comida lo menos, por una caricia lo mas.


En mi caso siempre fue así. Incluso antes de nacer, mi familia ya tenia un perro. Un ratonero, Txuri. Este era la envidia de la playa, porque se tiraba al agua e iba por trozos que le superaban ampliamente en tamaño. Cuando murió, se oscureció parte de la historia no escrita de la ciudad. Esa historia que, nunca aparece en los libros; esa historia que, a veces podemos ver en las fotos, o en los comentarios de los periodicos.


Luego... luego vino la Tosca. Tosca era un ser tímido, tranquilo, con un miedo a las jaulas atroz. Y sin embargo, era fiera respecto a sus hijos. Y me incluyo entre ellos tambien. En cierta forma, formaba parte de su camada. La Boxer Tosca... nunca se separaba de mi cuna, nunca, a menos que notara a uno de mis padres conmigo. Y, en la calle, protegia mi carrito con una ferocidad que no es natural en los apacibles Boxer. Curiosamente, no dejaba acercarse a ningun hombre al carrito, solo a mi padre. A las mujeres si.

Hablo con especial devoción de Tosca, porque ella me salvó la vida. Yo tenia una enfermedad respiratoria, una de esas que no se notaban en esa época, y que se producia cuando estaba dormido. Pasó que, mis padres se fueron a cenar, a la habitacion de al lado. Como siempre, Tosca montaba guardia a mi lado. Mis padres, me contaron que, la tranquila perra, empezó de repente a gemir, cada vez mas alto. Alarmados, fueron donde yo estaba. A raiz de eso, me notaron estertores, y que yo tenia esa enfermedad. Curioso... justo al llegar mis padres, Tosca dejó de gemir.

Nos acompañó a Colombia, cuando yo tenia un año. Y resultó ser la mejor defensa. En aquel país, en esa época, casi no habia Boxer. Mi padre, pudo circular con ella por partes de las ciudades en las que cualquier otro, hubiera sido asaltado o desvalijado. Lo irónico es que, la apacible Boxer, se dio cuenta. Hombre, normal, cuando la gente se cambia de acera.

Siguió con nosotros muchos años, y luego de ella su hija Chinita.


El perro por excelencia, fue Kadur. Otro Boxer, por supuesto... Este apareció en nuestra vida por si solo. Sus anteriores dueños, lo habian abandonado ya un par de veces, y Kadur encontró en ambas el camino a su casa. Esta vez, recorrieron 30 kilometros y una frontera para abandonarlo.

Al llevarlo a casa, mi padre, con una gran alegria, lo primero que exclamó fue "Este es el perro que siempre he querido".

Los perros franceses, por lo menos antes de la era microchip, tenian marcas en las orejas. Sobre todo si eran de pura raza. Este la tenia, y lo primero que hicimos, fue poner una denuncia en la Gendarmeria de San Juan de Luz, y luego otra en la Guardia Civil de San Sebastian. Mas por cubrir ambos frentes, mas por cubrirnos nosotros.

Al cabo de 6 meses, el perro ya estaba irreconocible. El comerse dos Boles gigantes de comida al dia, el tener una atractiva Boxer a su lado, y el cariño por nuestra parte, hicieron milagros. Las quemaduras de cigarrillos, los golpes, las heridas, las marcas de peleas callejeras... todo desapareció. Casi era otro perro. Quizás lo veo desde el punto de vista de un niño, pero hasta hoy, no he visto perro Boxer mas grande. Quizá por eso se me escapa siempre con los perros un "hola pequeño"... :-)

Resultó que, al final si apareció el dueño. Un día, circulando por la calle, con Kadur en la mano (y era la atraccion del barrio ver como un crio de 8 años llevaba a un monstruo como aquel con dos dedos), alguien detrás mio suelta una palabra... "Lulú!!". Kadur se volvió y saludó con el rabo. Mi padre, intrigado, le preguntó al viandante sobre si conocia al perro. La respuesta, en un español mal hablado fue "si, por supuesto, yo mismo lo abandoné aqui. Y lo queremos otra vez".

Por lo visto, nuestro Boxer era de pura raza, con pedigrí que ni la reina de inglaterra. Y se dieron cuenta despues que, podria costar mucho dinero.

Y por supuesto, tras oir esas palabras, nos negamos a soltar prenda. Solicitamos una entrevista con las dueñas. En nuestra casa. Y mi madre, que es medio bruja cuando quiere, tuvo un palpito, y llamó a sus vecinas. Efectivamente, la dueña vino con 3 testigos.

Sinceramente... estabamos obligados a darselo. Pero tambien, dado que habiamos puesto denuncia, y que habian reconocido el abandono, hubieran recibido multa, tanto en este lado de la frontera, como en el suyo. Y podriamos haber reclamado el dinero de las vacunas, del mantenimiento... etc

Tras una hora de discusion, la francesa suelta un "Y que quiere usted, señora?". "El perro".

"me costo unos....". "Eso me da igual, este perro ha padecido mucho. No se lo llevará con usted".

Pues nos lo cedió. Firmó los papeles del traspaso sin decir ni pio, y se marchó a su villa. Lo irónico fue el comportamiento del perro. La fue a recibir a la puerta de la casa, y mientras estuvo, no se movió de su lado. Años mas tarde, mi madre me confesó que, tenia miedo de que se fuera con ella.

Pues no... no serán inteligentes, pero tontos no son. Le siguió moviendo el rabo, pero, a la hora de irse, la acompañó hasta la puerta... y se quedó en el felpudo de la entrada, viendo como se marchaba. Y se quedó con nosotros, muchos años.

Vinieron mas perros despues, pero eso será en otro post.

Como regalo, os dejo una foto de Schubert. El me señaló el movil, y casi me obligó a hacerla, asi que, se puede decir que es suya.

Otro dia, seguiré con la saga de mis perros.

Un saludo de Edem

lunes, junio 04, 2007

Tiempo: para ti, preciosa.

Tiempo
Es tiempo de Esperanza;
De Esperanza y de Espera.
Es tiempo de Ilusiones;
Dulces, amargas... Eternas.
Es tiempo de Recuerdos;
De Recuerdos compartidos,
Con el sabor de un Café Amargo,
Con solo yo de testigo.
Es tiempo de Poetas;
Porque siempre es Tiempo Prestado,
Tiempo Prestado al Sueño,
A la Ilusión y a la Esperanza.
Es Tiempo de Lucha;
De luchar por la Vida Eterna,
Representada por tus Dulces Labios.
Porque la Pesadilla es Querer,
Teniendo lejos, al Ser Amado.
Porque la Pesadilla de Sentirse Solo,
Entre un Millar de Personas,
Terminó cuando te conocí.
Y desde entonces, es Tiempo de Vida,
Y de ganas de Vivirla.
Eternamente Gracias,
Por tu Tiempo, Amiga Mía.
Edem, 2-6-2007