miércoles, mayo 27, 2009

Adios, Panchito

Los medicos, ya me avisaron que esto podria pasar. Al igual que el Vademecum de mi padre, que la wikipedia, y muchas cosas.

La radioterapia de mi madre, la está poniendo muy tensa, muy emocional. Recuerda a mi padre todos los dias. Se pone a llorar por la minima. Me ve y se preocupa por mi, y por la falta de trabajo que tengo. Cuida de mi perrita, otro vinculo con El.

Y ahora, Panchito. El viejo loro, que, como muchas cosas que no sabe la gente, mi madre recogió. Era un vinculo con mi padre, que, se ha roto hoy.

Es curioso... llevamos semanas, meses, hablando de escapes de gas. Tenemos la sospecha de que, alguno de los establecimientos de abajo de nuestra casa, sueltan gas (su parte trasera va a nuestro patio, y en dos de ellos se utilizan productos quimicos). Es igual, no lo sabré.

No, no lo que me ha preocupado es mi madre. Al saber de la muerte de Panchito, se ha puesto a llorar. Y no he sabido como reaccionar. Tantos golpes, tantas luchas perdidas, tantas preocupaciones.... mi perra, yo, la lucha por mi padre, su radioterapia, extrañas apariciones en guias medicas, figurando mi madre como uno de ellos, algo totalmente falso... y esto ha debido ser lo que ha colmado su paciencia. Ha llorado, ha llorado tanto, y su cara ha tenido tanta tristeza, que me ha roto el corazón. Al final, he puesto internet, un... yo que se, un documento historico, solo para mantener la mente ocupada.

Y se me ha ocurrido... tengo una vecina sin parangon. Una gran mujer, que tambien ha sufrido mucho, aunque en este caso fue su hijo. Ir a ver un partido de la Real en Madrid, y que vayan a por ti, solo por ser Donostiarra... eso es algo que caló hondo aqui.
Porque fueron por uno de los nuestros. Podria haber sido cualquiera de la ciudad que pasara por alli.

Pero lo dicho... Arrate, es alguien excepcional. Cuida a sus nietos, trabaja en su restaurante, cuida la casa... y es de las pocas personas en las que confio, para calmar a mi madre, o para entenderla.
Sabeis?... la he llamado a su casa, y le he pedido que, por favor, cuando volviera, llamara a mi madre... como cosa suya.

Ha tenido la gentileza, y la bondad de hacerlo. Y siguen hablando. Se que está cansada, y que trabaja mucho. Se que cuida de los suyos y que debe estar agotada, pero... ha llamado. Y posiblemente esté aguantando a mi madre, escuchandola. Eso dice mucho de una persona, no?. Es algo que no olvidaré.

Adios Panchito... y ahí, se va otro vinculo con el pasado. Parece que, todo lo que quiero, o se vá o acaba perdiendose en el inquieto horizonte. Todos los que quiero desaparecen de mi vida.

Adios, Panchito. Adios.