miércoles, marzo 21, 2007

Con el Rumbo perdido

"Extranjero ve a Esparta"... asi comienza la placa de bronce del paso de las Termópilas. Y lleva alli 2500 años. Tanta gente, tantas cosas han sido hechas desde entonces. Tantas historias de amor, de honor, de guerra. Tantos Imperios caidos. Y ahí sigue, como recuerdo a la valentia y al honor.

Leónidas y sus 300, que en realidad serian unos 600, pero en fin. Me ha dado que pensar. El no dudó en lo que tenia que hacer, a pesar de saber que iba a morir en el encuentro.
"Coge a tu guardia personal, vete al paso, y guardalo el mayor tiempo posible", le dijeron. Y a pesar de que el enemigo era de 250000 soldados, no dudó. Estaba mucho en juego. La libertad, el honor, la forma de vida, Occidente en una palabra. Somos lo que somos gracias a que, 300 hombres no dudaron ese dia. Si no... quizás fueramos todavia una satrapia de Persia. Pero no cabe duda que la historia de Europa, hubiera sido distinta.
Y asi fue. Durante 5 o 7 dias, los 300 resguardaron el paso, inflingiendo al mismo tiempo enormes bajas a los persas. Y se dice que, lo hubieran mantenido indefinidamente, si unos traidores griegos, no les hubieran informado a los persas de un paso lateral. De los 300, sobrevivieron 2. De los cuales uno se suicidó por verguenza, y el otro se rehabilitó cayendo en combate en Platea.

Yo no se, como algunos mortales tienen ese don, de no dudar. De seguir adelante, cueste lo que cueste. Como uno de mis heroes, por ejemplo, el Gran Cesar. Al llegar al Rubicón, todavia era un general respetable, con Imperium, con soldados, con fortuna. Un romano. Cierto es que, el Senado no le dio otra opcion, y tuvo que rebelarse, pero... Cesar no dudó. A la hora de la verdad, pronunció la famosa frase de Menandro, "Que vuelen altos los dados", y lo cruzó. Nada de "la suerte está echada", no. Esa frase conllevaria un "bueno, ya no se puede hacer nada mas, sigamos adelante". Y Cesar no era asi. Es lo que admiro de el. Lo planificaba todo si, pero, como buen general, sabia que habia que dejar algunas cosas en manos de la Fortuna. Asi que, con "Que vuelen altos los dados", Cesar se encomendaba a la Fortuna. Es mas bien... "Hice todo lo posible, ahora vamos a ver que pasa, pero se que depende todo de mi".

Siempre he admirado esto. Estar seguro de que una accion es la correcta y no dudar en seguirla, costara lo que costara. Yo, siempre he sido mas indeciso. Mas muelle. Me hubiera gustado ser de mas accion, coger los hilos de mi destino y hacer una cuerda mas fuerte cada vez.

Ultimamente, he descubierto algo de esa fuerza en mi. Al cuidar de mi madre, al ponerme yo enfermo, al pensar mas en la casa que en mi mismo...
Hombre, no voy a decir que, a veces no piense en mi, porque seria mentiros, y eso es algo que prometí no hacer.
Fuerza y Honor, decia el dicho de las legiones. Ojala tuviera yo esa fuerza, para seguir adelante. Será cuestión de seguir adelante, y ver como están volando los dados, no?.

Un saludo de Edem

2 Comments:

At 9:06 p. m., Blogger Isabel Barceló Chico said...

Hay un bellísimo poema de Kavafis que se llama "Termópilas" cuya lectura te recomiendo. Es muy cortito, lástima que no lo tengo aquí a mano. Pero en resumen, viene a rendir honor a quienes en sus vidas defienden las Termópilas. Y concluye diciendo algo así: "Y más honor aún les es debido a quienes preven, y muchos preven, que Efialtes llegará finalmente, y pasarán los persas". Efialtes es el nombre del traidor, claro. Este poema tiene una gran fuerza moral: luchar por los propios ideales aun cuando comprendamos que seremos vencidos. Comparto tu admiración por esos personajes y también por César. Durante el tiempo que estuve en Roma, aproveché para llevar una vela el día de los idus de marzo al lugar donde su cadáver fue incinerado. No fui la única, desde luego... Te encuentro animado y eso me alegra. Besos.

 
At 7:53 p. m., Blogger Chus said...

La tienes, sólo que tú no la ves, pero la ve el resto de la gente. La veo yo, desde la lejanía a través de tus letras, imagínate lo que hace el resto de la gente que está cerca de tí... ven esa fuerza, y la sienten, sólo que no te das cuenta.

Un besiño

 

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