Las varias caras de la ciudad

Desde que trabajo repartiendo periodicos, he estado conociendo muchos aspectos, tanto de mi, de mi vida, como de la ciudad.
A veces te sorprende lo que encuentras... o lo que te encuentras en ti mismo.
Yo he encontrado que, me gusta trabajar. Me gusta ser util en la casa, aunque sea en algo parcial como es este "semi - trabajo". Y lo hago feliz, porque me da fuerzas para seguir. Fuerzas para soñar, en un futuro indefinido, o en que, como dice el viejo refran "si te lo propones, puedes conseguirlo todo".
Bueno, es un paso, verdad?. Un pequeño paso... si, ya se que conoceis el resto.
Hombre si... echo de menos a viejos amigos, echo de menos sus cartas, pero la vida es cambiar y continuar. Espero que no para mal, claro. Y lo que tenga que ser, sucederá a su tiempo. Ya recibiré noticias suyas.
Echo de menos dormir un poco mas... pero eso no es necesario. Ahora se, que puedo construir mis sueños, o por lo menos, que soy capaz de intentarlo. De pensar en los Tamarindos, y ver su fuerza.
En fin... iba a hablar de la ciudad. Crees conocerla, crees haberla vivido, pero siempre hay matices que se te escapan. Siempre hay algo nuevo que sientes.
A la mañana, muy de mañana, la notas desierta, como expectante a que aparezca la gente que le da vida. Pocos comercios abiertos, pero ya en actividad, aunque no plena. Gente trabajando, que acaba de salir del primer sueño, y que parece querer seguir en el. Y gente que no trabaja, o se está dirigiendo al trabajo que todavia no quiere probar el amargo despertar de la realidad.
Decia que estaba desierta... bueno, mentí. Shakespeare dijo en una de sus obras "hay mas mundos Horacio, que aquellos que intuimos". Vale, la cita no es literal, pero se entiende lo que quiero decir, no?.
Por ejemplo, estan los servicios públicos. Los barrenderos, la maquina para limpiar a chorro de agua, los autobuses, los guardias municipales... esenciales para la ciudad, y siempre tan invisibles.
O los repartidores, entre los que, esta aventura me ha llevado. Los de fruta, los de los periodicos, los de la cocacola, los de... decir algo y seguro que está a la mañana. Y es un colectivo bastante simpatico.
Cuando estás repartiendo, te atañes a tu trabajo. Para ti, solo existe la carga, y el destino. Y el tiempo para llegar a el, claro. Sin embargo, es un grupo bastante abierto. Por lo menos los de frutas y los de los bares. Mi primer dia como repartidor, uno se tomó la molestia de enseñarme como se llevaba mejor (yo llevaba el carrito como el de la compra), por donde bajar, etc...
Creo que me vio cara de apurado, a saber.
Que mas?... hay muchas cosas mas. Desde los dueños de los bares, que agradecen siempre que les digas eso de "digame donde no puede estorbar esto, por favor", hasta la gente, que se sorprende que le digas algo tan sencillo como "buenos dias" y no digamos de "gracias". O que te vean con humor, con buen humor. Pero ya se sabe: "Buen porte y buenos modales, abren puertas principales".
Y luego, la aceptacion. Curioso, un bar de "gente bien", con precios que te harian comer pan duro el resto del mes, de comer alli, no quiso los periodicos, porque "eran gratuitos".
Y sin embargo, un bar de obreros, quiso más de los que tenia asignados para ellos. Por lo visto los obreros encontraban interesante el periodico.
Algo que no entiendo, es la verguenza de la gente, en recogerlo, cuando se le da en mano. Que no es un numero del Hustler!!. (Una conocida revista pornografica americana). Y que es gratis!!. Pues no. Sobre todo los hombres. Muy curioso. Las mujeres en un 80 por ciento lo cogen. Sobre todo despues de una sonrisa. Los hombres se quedan mas parados. Y si... sucede el "efecto verguenza" en la gente. Es algo muy curioso. Puedes repartir 20 seguidos, que si uno no lo quiere, las siguientes 5 o 10 personas tendrán un importante riesgo de no quererlo tampoco. La masa...
Un filosofo, decia que, como personas, los humanos tenemos un gran potencial. Pero como masa humana, no somos mas que borregos. Beeeee... algo de razon tenia.
Bueno... son caras de la ciudad. Caras perdidas en un mar de rostros e historias, de emociones y pasiones. Un mar en el que, apenas buceo, pero que me fascina cada dia mas.
Un saludo de Edem.