lunes, junio 19, 2006

Vuelta a la vida...

Perdonar por los anteriores post, pero es que estaba de bajón. Bueno, de echo sigo estandolo, pero por lo menos ahora "veo la luz", como dicen los predicadores...
Veo la luz al fondo del dia, porque, sinceramente, mas bajo seria caer en la desesperacion. Y de la desesperacion a la locura hay muy pocos pasos.
Es algo que siempre he temido. La locura, el no distinguir la realidad de la ficcion, el internarme en esos senderos misteriosos de la mente por no soportar este mundo. No se si se me entenderá, pero es algo que siempre me ha preocupado. Hay casos en mi familia, de seres brillantes, considerados algo... excentricos. No locura de Psiquiatria, ni, como comunmente se llama "de estar como un cencerro", sino lucura por la vida. La pasion y la locura, el genio y el fracaso, no estan muy lejos. Y la temo, sinceramente, la temo. Por eso, cuando estoy en momentos de bajada, busco desesperadamente algo con lo que escalar las cimas de la desesperacion. A veces escribir, a veces un amigo al que le "toca" estar al lado, a veces simplemente encontrandome a mi mismo en algun lugar de la ciudad. O buscando compañia. Vaya... me he puesto a llorar, y no se muy bien porque. Quizá si sea cierto lo que dice un amigo mio... que soy debil de caracter o que a veces me dejo llevar por las pasiones. Puede. Pero la vida sin pasión, aunque te lleve a la desesperacion, no es nada. Por eso tengo que levantarme, tengo que vivir. Por muy mal que vea las cosas, siempre pueden mejorar. Hay un dicho confunciano, creo, que dice "Si hay un problema, de que te preocupas?. Si tiene solucion, no merece que te preocupes por el; y si no la tiene tampoco merece que te preocupes". Bueno, yo si me preocupo. Me preocupo por lo que será mi vida en solitario, me preocupo por mis padres, que estan enfermos, me preocupo por mi perro, que merece un amo mas activo, me preocupo por mis amigos, virtuales o no, y sobre como mejorar esa amistad. Me preocupo porque soy asi, no puedo evitarlo. Creo que me vereis otras veces de bajón, y espero que pocas, la verdad. Porque me dejan destrozado, y me cuesta levantarme... pero hay veces que puedo, aunque sea, intentarlo.
Luego intentaré conseguirte una foto Laura... pero esto es para ti:


Hay Veces
Hay veces, en las que recorro las calles y plazas de mi ciudad.
Hay veces, en las que me siento en un banco, moviéndome en el espacio.
Hay veces, en las que cierro los ojos, para contemplar la luz de mi vida.
Hay veces, en las que mis oídos descansan, escuchando el silencio.
Hay veces, en las que pienso sobre mí, dejando la mente en blanco.
Hay veces, en las que un pequeño pájaro, me recuerda la grandeza de la vida.
Hay veces, en las que la quietud de los arboles, me hace ponerme en movimiento.
Porque hay veces, mi amiga poesía, en las que contemplo,
En un instante, la inmensidad de la vida.
Y cuando más no puedas,
Recuerda que hay veces, hay veces, hay veces,
Mi querida amiga.
19-06-2006 13:46

2 Comments:

At 12:02 a. m., Blogger Isabel Barceló Chico said...

Celebro que estés con ánimo de superar los bajones, edem. A lo largo de la vida se pasa por situaciones muy diversas, y a veces duras, de las que no es ajeno el miedo. En todas ellas hay que buscar el lado positivo. Como mínimo sirven para madurar. A medida que pasan los años (si se saben aprovechar), ciertos problemas ya no te alcanzan. Aunque te parezca imposible... Besos.

 
At 3:56 a. m., Blogger Laura Martillo said...

Edem:
me humedeciste los ojos al leerte. Yo tambien he andado de bajón y se lo que se siente, de bajón por cosas aparentemente nimias, pero que se vienen como madejas de pensamientos que me envuelven entera....como un hilo que me enrreda en otras ideas y asi y así, siento que solo quisiera llorar para sacarlo todo de mi....
Por suerte siempre pasa...todo pasa...y puedo sonreir por alguna cosa igual de nimia que me vuelve feliz en solo instantes.
Creo mi buen amigo que es tambien tu caso...Vuela como en tu poema, vuela con esas ideas a los brazos de la gente que te quiere y acepta lo mismo que das.

Un beso Edem y la playa puede esperar, porque al cerrar los ojos sigue allí inamovible con el eterno movimiento del mar que encadena y deja libres.

 

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