Mi padre

Este post, va dirigido a mi padre. Tantas cosas juntos, tantas por contar, y tan poco tiempo. Es curioso, siempre falta tiempo para hablar, verdad?. Y siempre hay algo que no te atreves a decirle. Mi padre esta muy enfermo. No, eso es hablar con eufemismos. Esta muriendose. No lo sabe, pero lo intuye. Claro, 40 años de medicina, algo se le debe quedar. Lleva dos ingresos, en lo que va de semana, y en algo que le duele. Todo el mundo piensa que no es justo. 40 años curando... bueno, curando no, ya que el fin de un medico no es curar, sino aliviar, y justo cuando se jubila le aparece esta enfermedad que no le deja vivir. Mi padre vino a España para estudiar, y, como dice sonriendo, para conocer Paris. Una vez me dijo que era el sitio mas cercano a Paris que podia tener a mano. Y asi se vino a España, dejandolo todo. Dejando hermanos, patria...
Salamanca fue su base. La fria Salamanca, donde sus aulas tenian a lo mejor de los medicos de la epoca. Medicos, que no sistema educativo, que era muy malo. Mi padre, que hizo parte de medicina en Colombia, me contaba que alli eran mas escrupulosos, que su sistema era mas firme. Si, los mejores profesores estaban en España, pero en teoria... Me cuenta muchas cosas, para ver si soy igual que el, igual que mi abuelo, igual que el resto de la familia. Al igual que las legiones romanas, me inculcaba que debia ir con la fuerza y el honor. El honor de hacer siempre lo correcto, lo necesario, de hacer lo justo. Y la fuerza, que debia salir de dentro para hacerlo. Me contaba ejemplos de la familia. De mi abuelo el general, que se negó en la guerra, da igual en cual, en ese pais que es Colombia, a fusilar a varios enemigos capturados, porque no era un asesino, ni era lo correcto, arriesgandose el a que lo fusilaran. "Hice lo que debia, me contaba. Ma contaba historias de mi Tatarabuelo, Don Joaquin, que hizo lo correcto dando cobijo al moribundo Bolivar en su casa, aunque fuera Español, y el el Libertador. Me contaba historias familiares, de como hacian lo que debian.
El cumplia con todo esto, en su trabajo, con la gente. Y aun hoy, le recuerdan, porque en un mundo de maquinas, un mundo informatizado, a el le gustaba tratar con la gente, de hablarles, de tratar que, dentro de la enfermedad, se sintieran agusto. Y eso, por lo menos aqui, se esta perdiendo. Puede que los medicos de España, de ahora, esten mas preparados; puede que tengan mas maquinas para diagnosticos, pero no son a mi entender buenos medicos. Su trato humano es pesimo, comparado con la generacion de mi padre. Son mas funcionarios que medicos, y eso no es bueno. El trato humano, que debe ser parte del trabajo del medico, se ha perdido.
Admirado, y querido. Es curioso, como un acto de amor, puede cambiar la vida de un hombre. Una escapada a un teatro de Madrid, y cambió su destino. En el escenario, cantando en una opera, estaba mi madre. Y mi padre quedó enamorado al instante. Dice que fue un flechazo. Que le prometió a su amigo, el peruano, que "esa" seria su chica. Y lo consiguió. Lo consiguió a pesar de la epoca, a pesar de las separaciones, de las circunstancias. Y hablo de una epoca, donde si te veian besandote en la calle con tu novia, te podian multar con un dineral por escandalo publico. Una epoca en que, una mujer como mi madre, era mal vista, solo porque era capaz de trabajar por su cuenta. Y en el mundo de la musica, donde una mujer era considerada poco menos que una... bueno, ya sabeis que. Epoca de contrabando de comida en la frontera, porque no habia para comer en este lado, y lo que habia era para los ricos.
Y luego yo, claro. Yo, por el que mi padre decidió no aceptar un trabajo muy bien pagado en Sabadell, porque queria que naciera en una ciudad con mar, en un buen ambiente. Yo, por el que la incipiente carrera musical de mi madre se apagó por cuidarme. Yo, que creo que he desilusionado a mi padre. Creo que le he defraudado. Por mis notas, por mi pesimismo, porque tengo 30 años y todavia vivo con ellos, con asignaturas de la carrera pendientes. Porque no he tenido fuerza de voluntad como para terminar lo que he empezado. Porque no soy como el. El, medico, alguien que ayuda a los demas, alguien que puede estar orgulloso de su vida, y que se esta muriendo. Y al que lamento haber defraudado. Mi amigo, mi compañero, mi padre, al que lamento haber fallado, al que lamento no haber seguido con la saga familiar de "hacer lo correcto". Lo intento, pero, las cosas, "se hacen o no se hacen". Pero lo intento. Intento estar a su altura, hacer siempre lo correcto, al que intento seguir en sus pasos, en lo mio, y al que no me atrevo a decirle nada de esto. Te quiero, Papa...