domingo, noviembre 02, 2008

Entre la Flor y la Palabra

Vaya fin de semana... los dias de los muertos, los dias de Samanein. Los dias en los que me encuentro entre la Flor y la Palabra, entre los sentimientos y la razón.

Primero, mi madre, empeñada en recordar, una y otra vez, a mi padre, y a su sufrimiento. Sin darse cuenta, que al hacerlo, el que sufre soy yo. "Los chicos no lloran, tienen que pelear", decia la vieja cancion. Pues no va conmigo. Lloro por lo perdido, por lo que no hice, por lo que me hace sufrir.

La Flor... mi madre, el sabado, quiso una flor. Para ponersela a mi padre, dijo. Bueno, la cosa es, que en esta ciudad, los dias de fiesta suele estar un poco muerta. Quizás por eso me guste, porque puede pasar de un escalofriante desenfreno a un agradable rigor mortis.

Cogí rapidamente el autobus, para dejarme en la otra punta de la ciudad. Al Mercado de San Martin... nada, todos los puestos cerrados. Aprovechando el Bono Bus, y en un juego de palabras a la Donostiarra... fui "una vez mas en la Bretxa", donde los caseros. Dias atras, habia honrado a mi padre, comprandole flores, el dia de su cumpleaños. Tambien fue el dia, en el que invité a café a dos amigos mios. Ellos no lo entendieron, claro. Pero era una forma de agradar a mi padre, una forma de recordarle, con el nectar negro de los Dioses, como decia el. Como veis... ritos dentro de ritos. No se si decir que tuviera suerte. Habia si, pero a un precio un 150% mas que el anterior.

Asi que, hice lo mas sensato. Lo mas adecuado no, y menos lo apropiado, pero si lo mas sensato. Robé unas flores de los jardines de la ciudad. No mucho, solo una, pero es lo que contaba. La Flor... y ahora la Palabra.

Palabras, palabras, palabras... siempre he pensado, que ese era mi mundo. No hasta el punto en el que el futuro me recordara como a Lorca, a Machado o similares, pero si algo asi. Mi vida es un desastre. Sin amor, sin futuro, sin alguien a quien amar... pero, me quedaban siempre las palabras. Ellas me salvaron de la locura, de pequeño, cuando esta hipocrita sociedad me desterró por ser distinto. En ellas me refugié cuando lloraba, por estar solo, por ser gordo, por no poder controlar el ansia. En ellas luché, cuando el burlón amor llamó a mi puerta.

Y ahora... me fallan. Ellas tambien, me fallan. La Magia de las Palabras, me ha fallado, y ha oscurecido... aun mas, la vida. No se... no se. Me vuelve loco no tener a quien hablar. Me vuelve loco haber encontrado alguien afin, y no poder explicar tantas cosas... pero lo prometido es lo prometido. Y una de mis promesas, es no hacer daño con ellas.

Me han fallado... y tengo la maldición ahora, de estar solo tambien en ellas. Ni en la vida, ni en ellas. He perdido a mi musa, he perdido las ganas de escribir... y soy de los que desesperadamente necesitan encontrar el camino.

Entre la Flor y la Palabra... me encuentro entre la Flor y la Palabra. Todavia mas solo, todavia mas que antes.

Y no se que hacer. No lo se.