Ayer fui un poco cinico...

Cierto, ayer fui un poco cinico, casi amargado. El porque?. Bueno, porque me he encontrado con viejas amistades, y que me dieron que pensar. Me encontré con una vieja compañera del bachillerato, de cuando fui al Colegio Mary Ward, en San Sebastian. Fue algo casual; ella estaba con su... no se que era, un amigo, su novio, a saber que, y yo estaba sacando a mi perro por el parque. Y nos pusimos a hablar. A hablar del pasado, de como eramos, que esperabamos y que haciamos en ese momento. Y lo que oi no me gustó.
Casi todos mis amigos han echo su vida, la tienen encauzada. Ella, por ejemplo, trabaja en una agencia de viajes. Un viejo amigo, se hizo abogado, y ahora esta sacandoles los cuartos a la colonia alemana de mallorca. Mi vieja amiga Isabel, esa que en el fondo yo amé, pero que estaba fuera de mi alcance, trabaja en una ONG y vive en un piso con su novio...
Por no hablar del bateria de un grupo donostiarra, claro.
Todos con su vida encauzada, todos con proyectos, todos viviendo, acierten o no.
Y yo?. Yo viviendo con mis padres, sin trabajo, sin sueños, con la carrera a medio terminar... aunque da igual, ya que la carrera de historia no es para encontrar trabajo.
Y todos... todos vivieron antes. Todos se marchaban de fiesta por la noche, todos encontraron amores, todos bailaron a la luz de la luna, todos vivieron... mientras yo me quedaba en casa. Y aqui sigo. Sin trabajo, sin amor, sin futuro, siendo mas un estorbo que otra cosa para mis padres. Si, lo se, me quieren y me han dado cobijo, pero siento que soy mas un estorbo que otra cosa.
Si, lo se, debo cambiar y estoy en proceso, pero a veces me desespero. A veces pienso que podria haber echo mas, que aunque sea podria habermelo pasado mejor.
Y no hice ni una cosa ni otra. Y lamento no haber vivido mas. Lo intento, pero al mismo tiempo lo lamento.