miércoles, mayo 31, 2006

El tercer dia...


Bueno, parece que si puedo hacer algo constante y regular. Aqui la tercera parte de mis memorias y recuerdos, de mis anhelos y pasiones... de mi vida.
Recuerdos. Es curioso como los recuerdos te llegan de cosas y momentos de la vida. Por ejemplo, recuerdo que iba al parvulario. Incluso recuerdo que era la clase del conejo. Y que le zurraba al maton de la clase, porque se metia con mis amigos. Recuerdo cuando plantamos un arbol, y cuando me colé en el comedor y me quedé a comer, tranquilo y ajeno a que medio colegio me estaba buscando...
Recuerdo las clases de musica, y el amor incondicional de mis padres. Recuerdo cuando recogimos a Kadur, nuestro boxer. Llevabamos a Tosca a pasear, a la calle, y debia estar de alta, porque un Boxer nos siguió. Resultó estar abandonado, y que sus antiguos dueños habian recorrido 20 kilometros solo para abandonarlo. Un perro de raza, bueno, con pedigrí, y que (en palabras de mi padre), es el perro que todos quisimos tener.
Luego estaba Tosca, la boxer que me salvó la vida, y que me cuidaba de pequeño. Me estaba ahogando en la cuna, y si no llega a ahuyar, yo me quedo alli.
Tambien recuerdo a Chinita. La hija de Kadur y Tosca. Murió en la casa, a la mañana, esperandonos en su cama. Para nosotros, que esperó a que la animaran. Creo que esperaba vernos por ultima vez.
Goiz... Goiz fue un perro especial que le dio a mi madre muchos momentos de alegria. Se lo endosaron a mi padre. Cosa rara en el, cuando volvia a casa, se paró a hacer una caricia a un cachorro que estaba en manos de un joven. Y fue cuando le dijeron las palabras desgarradoras de "¿Lo quiere?. Es que mi marido no me deja tenerlo y si no me lo cojen lo voy a tirar al rio. Se quedó de prueba para un mes, y acabó muriendo a los 14 años en mi casa. Mi madre le dió de comer papilla... con mi babero. Y le estubo agradecido toda su vida. Yo no he visto perro mas cariñoso con ella. Le daba compañia, amor incondicional... Cuando estaba apunto de morir, esperó tambien a mi madre. Era el perro mas valiente que he conocido. No se echaba atras por nada. Era de tamaño mini, pero no se preocupaba del tamaño del otro.
Y al final... cuando murió, lo incineramos, y echamos sus restos a la bahia de la concha. Alli nos espera, dice mi madre.
Un mes despues de su muerte, llegó Schubert. Estabamos alicaidos y vimos un anuncio en una revista sobre un perro muy maltratado que necesitaba un hogar. Un perro estilo ratonero que se salvó muchas veces de tener una vida perra, como dice mi padre. Por lo visto, es un hijo no deseado... y al dueño de su madre no le debió hacer mucha gracia saber que su perra estaba preñada. Nada mas nacer los abandonó a las cuatro crias en un contenedor de cristales... lo que explicaria el porque no quiere acercarse aun dia a ellos. Una de las crias murió en el proceso.
Y mi perro tuvo suerte. Suerte de que pasara un vecino y los rescatara. Y luego mala suerte, ya que fue a parar a una casa con 3 niños, donde un cachorro no estaba bien atendido. Su tercer dueño, lo encerró todo el dia en un balcón. Y claro, el pobre animal, muerto de hambre, de frio y de cariño (recuerdo que era un cachorro de meses), pues se convirtió en un salvaje que destrozaba lo que encontraba. Y en esas circunstancias, llegó a nuestra casa. Un dia de San Martin, un 20 de diciembre. Fué un flechazo a primera vista. Yo me quedé en la casa con el, mientras sus antiguos dueños eran invitados a una sidreria por mis padres. Creo que ese fue el desencadentante de que me considere su dueño. Es uno de los mejores amigos que tengo, a pesar de que me robe las zapatillas, y que todavia no se fie de que le devuelva el pan duro que le damos para que juegue. Duerme conmigo, me da animos cuando estoy alicaido, y me hace salir esos dias que estoy deprimido. Es lo que tiene ser responsable de un ser vivo. Mi amigo... mi compañero. Y tal como Schubert es mi compañero, Bimba es la de mi padre. Recordais a Goiz?. Pues Bimba es clavada a el. De echo, esta en casa por esa caracteristica. La vimos tan dulce, tan timida, escondida en la tienda de animales zoo can, que nos llegó al alma. Lo curioso es que mi padre estaba exceptico con ella. No la queria, y sin embargo... sin embargo, se ha convertido en la perra de mi padre. Ahora que el esta pachucho, mi perrita no se despega de el. Si mi padre va al ordenador, ella va, si mi padre va a comer, ella va, si mi padre va a dormir...
Hace unos dias, tuvimos que operarla de un tumor. Mi padre no lo reconocerá, pero estaba muy preocupado. Y creo que mi perra le da vida a mi padre. Por eso le dijimos al cirujano que debia vivir. Mi padre esta muy mal, mas de lo que se imagina, y la muerte de Bimba hubiera sido un gran golpe. Se que la gente igual no lo entiende, pero un vinculo asi es precioso. Ella le da vida, y nosotros se lo agradecemos cuidandola. Por cierto, por ahora los datos son prometedores con ella. Esperemos que siga asi.
Bueno, por ahora nada mas... luego sigo...
Fuerza y Honor.