sábado, agosto 09, 2008

Se acerca la hora del Lobo

Los fuegos estan empezando, junto a las fiestas en mi ciudad. Y yo, tal como prometí, no estoy viendolos. Si no es con alguien, yo no iré a verlos.

No puedo, sencillamente, no puedo divertirme, en estos dias. Los fuegos, son como cañonazos en mi corazón, de recuerdos... de buenos recuerdos, de recuerdos sabor a sal, a polvora, a horchata.

No... las fiestas es un recuerdo del mundo. Un recuerdo que me dice que todo ha seguido, sin el. Lo llamarás tonteria, pero cuando falleció, y salí a la luz, con ese sol, pensé en la canción de la Oreja de Van Gogh. "Cuentame al oido, porque tiene tanta luz, este dia tan sombrio".

Sabes realmente, pero realmente, lo que me fastidia?. Que nadie lo recuerde. Salvó vidas, se levantó a las tantas por ellos, era amable con la gente. Era comprensible con los que necesitaban tratamientos, por encima de si valian o no dinero. Y nadie lo recuerda. Su figura, ha sido como las palabras al viento, que se han ido, y no han vuelto a ser oidas.

No puedo... sencillamente no puedo. Por eso suelo escribir, por eso suelo fugarme a los cines, o a los bares mas cercanos. Para tratar de no formar parte de la fiesta. Para sobreponerme.

Ya están ahi. Ya explotan en el horizonte. Y sigo solo.

Y ahora... no hay nadie con quien hablar. Nadie al MSN, nadie al correo, nadie al movil. O estan celebrandolo, o están en otros asuntos. O Dios... tanta lagrima, y tanta soledad. Tantos recuerdos...

Se acerca la hora del Lobo, y esta vez me gustaria ahullar a la luz de la luna. Al menos asi podria desahogarme. Se acerca la hora del Lobo, y no hay nadie en la manada.

Estoy solo.