miércoles, junio 28, 2006

Vida inacabada

- Reza por mi, hijo..., me dijo antes de que saliera de la habitacion. - Por supuesto, Papa, le respondí.
- Y abraza a mi perrita, me dijo antes de volverse de la cama y tratar de dormir.
Curioso, siempre pensando en los demás, recuerdo que pensé. Le dije que le queria, apague la luz, y luego pedí insistentemente a las enfermeras de guardia que le echaran un vistazo hasta que llegara mi madre. Y me marché. Otro dia mas con el corazón destrozado. Pero tenia que estar alli, por supuesto. Era mi padre el que estaba en esa cama.
10 horas cuidandole, ayudandole, 10 horas llorando porque veo que se me va. Veo que no es justo que la vida le trate asi. Y el, como siempre, bromeando con las enfermeras "Asi que eres de Alsasua eh...; Bueno, nadie es perfecto"; animandome " a que me las ligara", para romper el hielo y que me animara. El a mi, cuando debia ser al reves. Y echando pestes por la eliminacion de España en el mundial, claro.
Pero doliendole todo y tratando de no molestar mucho, para que no nos alarmaramos. Es curioso este juego de mentiras. Nosotros, no le hemos dicho lo que tiene, aunque lo sospeche. Y el, en nuestra presencia trata de aguantar estoicamente para que no nos desanimemos. Como si ambos llegaramos al acuerdo de que esto es pasajero, de que esto no es nada. Espero no despertar, la verdad, de este mundo de Peter Pan especial.

Lo se, el dolor está ahi. Está ahi la incomodidad de poder moverse por tu casa, Papa, esta la pena por tenernos ahi atados a tu lado. Esto ultimo te lo imaginaras tu, porque para mi es un privilegio y un honor ayudarte en lo que pueda, aunque sea con mi compañia. Y se que sufres hasta por Bimba, tu perrita, que te espera en tu lado de la cama todo el dia, y que al salir a la calle te busca con desgarradores gritos. Me ha contado mi madre, que unos trozos de carne que tocaste, que no comiste y que se ha llevado del hospital, ellos los han reconocido. Que sabian que eran parte de ti, en cierta forma. Hasta ellos te echan de menos, Papa.

Y yo. Yo tambien. Veo en ti la fortaleza que nunca he tenido. Veo en ti al hombre que no soy, aunque tenga años ya para serlo. Veo en ti lo que me gustaria convertirme si puedo. Si me atrevo. Veo en ti dolor, y me duele porque no puedo aliviartelo. Me duele porque si pudiera ponerme en tu lugar, lo haria gustoso mil veces. Pero no puedo. Y temo perderte. Temo que te vayas y no regreses. Eso lo temo mas que nada. Temo por ti, Papa, y por mi. Por eso te dije, "te quiero", mientras me iba de la habitacion. Por eso te he abrazado con tanta fuerza. Por eso he llorado despues. Una y mil veces, Papa, te quiero. Y quiero ser como tu en un futuro.

4 Comments:

At 11:59 p. m., Blogger Laura Martillo said...

Querido Edem, todo mi cariño y la fuerza que necesitarás en adelante.
Un beso.

 
At 12:12 a. m., Blogger Luis Caboblanco said...

Intenta no ser como él, Edem... aplícate lo mejor en tu propio yo. Así se alcanzan más fácilmente los objetivos y no se corre el peligro de caer en comparaciones peligrosas

Un abrazo

 
At 3:58 p. m., Blogger Juan Enrique Vicuña said...

Muy buen text, quisiera seguir leyendo al autor.Saludos.

 
At 12:35 a. m., Blogger Isabel Barceló Chico said...

Ese juego de disimulos del que hablas es una demostración de amor. Y el hacernos los fuertes aunque no lo seamos, nos fortalece. Besos, Edem.

 

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