jueves, octubre 25, 2007

El Viejo amigo Otoño

Ya es tiempo, dice la naturaleza, y tira las hojas al viento, en un remolino de fantasia.
Ya es tiempo, dicen las nubes, y asombran al mundo con vientos helados.
Ya es tiempo, dicen los pajaros, y levantan el vuelo a tierras mas calidas.
Ya es tiempo, si, de seguir en la vida, de renovar las amistades, de luchar por ella.


Curioso, de pequeño, mi padre me llevaba a la calle, explicandome el ciclo de la vida. Veia la hojas flotar, las castañas caer estrepitosamente. Luego, se arreglaba el abrigo, sonreia, y me decia eso de "La vida es para vivirla plenamente. Tienes que ser una hoja al viento, intentando todas las opciones, disfrutando de las corrientes. Y tambien, tienes que pisar fuerte, seguir adelante pase lo que pase". En esos momentos, me sentia feliz, feliz y seguro como solo puede estarlo un niño, que cree en la eternidad de los momentos fugaces, que todo está bien, y que todo seguirá estandolo, pase lo que pase. Nunca le hablé de esos momentos a nadie, ni siquiera a mi madre. Era algo entre el y yo, una comunion de ideas y emociones en las que otras personas no eran necesarias.
Tambien teniamos un juego. Un juego tonto, pero que me recuerda a mi padre siempre que pasa accidentalmente. Soliamos pisar las hojas, las hojas otoñales que están retorcidas, y que crujen. Para eso, ibamos al parque de Cristina Enea, o a la Plaza de Guipuzcoa. Ahora, al pisar una hoja, involuntariamente vuelvo siempre a esos paseos de Otoño.
El domingo, hubiera sido su cumpleaños. 21 de Octubre. El decia que habia nacido en un dia de "Esperanza y Derrota". Hasta que no supe que Trafalgar ocurrió ese dia, y que gracias a eso las Colonias americanas lo tuvieron mas facil, no entendia esa frase.
Por supuesto, fue un dia para recordarle. Un dia de tarta, de historias, de recogimiento tambien. Mi madre hizo la tarta, "solo porque el querria que estuvieramos felices". Una tarta de manzana, algo tradicional aqui.... salvo que mi madre le puso fresa. Tambien fuimos a misa, a las 8 de la mañana del domingo. Por supuesto, a los Capuchinos, donde la imagen de la Virgen de Lourdes, de la que mi padre era un gran devoto, parecia querer consolarnos.
Mas... bueno, sigo con mis clases. Creo que para recordarle bien, debo cumplir con lo que siempre quiso: estudiar, conseguir ser alguien en la vida.
Y, con el tiempo, formar una familia, y en el Otoño de algun futuro, decirle a mi hijo eso de "La vida es para vivirla plenamente...".

Un saludo de Edem

1 Comments:

At 12:16 a. m., Blogger Isabel Barceló Chico said...

A veces, las experiencias m�s nimias nos hacen presentes a las personas a quienes queremos. Es una suerte. Besos, querido amigo, y que todo siga bien.

 

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